Ateneo Historico Cultural de los Pueblos

Sandra Ferrer Valero ‘La Revolución de las Invisibles’

La revolución de las Invisibles

Sandra Ferrer Valero siempre es un placer encontrar, cuando navegas por el ciberespacio, encontrarte con gente, del nivel de Sandra Ferrer Valero, una escritora que, siendo una gran feminista, en lugar de pelear con nosotros los hombres, nos da a conocer la historia de grandes mujeres que lucharon por sus derecho e igualdad, mujeres como Sandra, son las mujeres que tenemos que apoyar, en su trabajo como escritora y como mujer feminista.

Autora de ‘La Revolución de las Invisibles‘, ‘Pioneras del Feminismo’, ‘Mujeres Silenciadas en la Edad Media’ y otros

Sandra Ferrer Valero

Por todo esto me hago eco de su gran trabajo y trayectoria profesional, de la cual os dejo una relación de sus trabajos, plasmado en sus libros que podéis conocer al final de este Post.

Empezamos con Marina Ginestá.

El 6 de enero de 2014 fallecía en París Marina Ginestà. Su imagen fue probablemente una de las más icónicas de la Guerra Civil Española. En una azotea de Barcelona, fue inmortalizada con un fusil al hombre y pronto se convirtió en símbolo de la lucha contra el frente nacional. Sin embargo, Marina no fue miliciana. Su papel en la contienda se centró en el periodismo.

Sandra Ferrer Valero

Había nacido en 1919 en Francia, en el seno de una familia española de ideología comunista que había emigrado en busca de una vida mejor. En 1928 regresaron a Esp

aña. Años después, Marina se convirtió en militante de las Juventudes Socialistas Unificadas de Cataluña.

Durante la guerra, las JSUC se incautaron el edificio del Hotel Colón donde Marina fue fotografiada por Juan Guzmán. En aquella época ejerció de intérprete del corresponsal del diario soviético Pravda que había viajado a España durante el conflicto. Durante la guerra, ejerció como periodista, hasta que, tras pasar por un campo de concentración, terminó huyendo al exilio. Marina se reencontró con sus padres con quienes sufrió el internamiento en los campos del sur de Francia.

Marina terminó huyendo a México y posteriormente a la República Dominicana para terminar sus días en París donde falleció a los 94 años. No fue hasta poco antes de su muerte que Marina se reencontró con su propia imagen de joven en aquella fotografía que la convertiría en todo un símbolo de la resistencia republicana.

 

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